¿Qué es la tecnología NFC y para qué sirve?

Muchos de vosotros habréis visto en vuestros smartphones o tablets el logotipo que encabeza esta publicación y por mucho que se parezca al de Nespresso, vuestro móvil no os va a poner un café, pero podría ayudaros a comprar uno y os explicamos porqué y cómo.

Se trata del NFC, un elemento del que se habla mucho últimamente debido a que cada vez son más los dispositivos que lo llevan montado. Para aquellos que lo desconozcan, NFC son las siglas que corresponden a Near Field Communication, lo que traducido a la lengua de Cervantes viene a significar Comunicación por Campo Cercano o dicho de un modo más comprensible, comunicación por proximidad.

Se trata de un chip que sirve para transmitir contenidos u órdenes de manera inalámbrica y a corta distancia. Para aquellos que busquen una aclaración algo más técnica, el NFC es una tecnología que deriva de una anterior llamada RFID. El NFC, cuyo radio de acción efectivo se sitúa en torno a los 20 cms, trabaja en la banda de los 13’56 Mhz y transmite a una velocidad de 500 Kbps.De este modo podemos transferir contenidos desde un smartphone/tablet a otro con tan sólo hacer que ambos se toquen por la parte trasera o bien podemos realizar pagos, identificarnos, obtener acceso seguro a ciertos sitios web o incluso a localizaciones físicas.

Tipos de uso:

ETIQUETAS

Las etiquetas o “tags” no son más que un trocito de plástico que contiene este chip, al que se le puede dar cualquier forma (por lo general suelen ser redondos y en formato llavero) y se pueden programar para que el dispositivo que entre en contacto con dicha etiqueta ejecute una acción concreta. Por ejemplo, podríamos tener una en el coche de manera que al entrar y pasar el móvil por ella, active el modo conducción (este que nos lee los mensajes y la identidad de quien nos llama, además del GPS y otras funciones). También podríamos tener una en casa que active el WiFi del móvil y ejecute alguna aplicación o lo ponga en silencio para que no nos molesten durante la noche. Básicamente, estas etiquetas NFC se emplean para modificar perfiles de usuario y ejecutar aplicaciones.

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A día de hoy, la mayoría de los dispositivos Android de gama media y alta ya equipan esta tecnología. Además de eso, Google ha incluido algunas líneas de código de control en el menú de ajustes de este sistema operativo, gracias al cual podemos activar o desactivar dicha comunicación.

Con tan sólo tener en pantalla el contenido que queremos compartir, basta con que la parte trasera del emisor y del receptor se toquen para empezar la transferencia. Los contenidos que se pueden transferir son fotos, vídeos, audio, páginas web o contactos entre otras.

Cabe mencionar que es tremendamente útil, ya que nos evita el pesado proceso de tener que sincronizar ambos terminales por Bluetooth, fijar una contraseña y demás pormenores, lo cual nos lleva al siguiente punto…

SINCRONIZACIÓN DE ACCESORIOS

Cada vez son más los fabricantes que lanzan accesorios con NFC. Se trata de los mismos que antes se sincronizaban por Bluetooth, de hecho siguen conectándose por Bluetooth, pero es através del NFC que se realiza todo el protocolo de sincronización

En el caso de los auriculares de manos libres, bastaría con poner el auricular en contacto con la parte trasera del móvil para que ambos queden sincronizados sin tener que hacer nada más. El NFC se encarga de activar el Bluetooth del móvil y de conectarlos.

Del mismo modo, podemos conectar altavoces, teclados, ratones, objetivos autónomos de mayor resolución que la cámara del móvil, o incluso algunos modelos de electrodomésticos como frigoríficos o lavadoras.

IDENTIFICACIÓN, PAGO Y DOMÓTICA

El NFC también nos sirve para poder identificarnos a la hora de acceder a ciertos eventos, en los que se nos facilita una acreditación en formato de tarjeta de plástico en la que hay un chip NFC, que al pasarlo por su correspondiente lector muestra en un monitor nuestros datos, tipo de pase, foto y cualquier otra información requerida. Asimismo, también se puede realizar esta identificación si el organizador del evento ha lanzado una aplicación en la que podamos llevar nuestra acreditación en el móvil, con lo que nos bastaría con para el móvil por el lector.

Este tipo de uso también se puede aplicar a los controles de acceso de los transportes públicos. En vez de llevar el clásico abono de transporte en formato ticket de cartulina, lo llevaríamos en el móvil con la correspondiente aplicación lanzada por la empresa de transportes.

Y siguiendo con la identificación, también es aplicable a esas máquinas que hay en algunas empresas que sirven para dejar constancia de la hora de entrada y de salida de los empleados. En muchas películas americanas vemos gente entrando a su puesto de trabajo metiendo un papel o cartón en una máquina atornillada a la pared, la cual hace una marca en dicha tarjeta. En otras, esta máquina incorpora un lector de huellas dactilares, pero ahora, con el NFC, bastaría con pasar una tarjeta facilitada por la empresa o incluso nuestro móvil.

Otra de las funciones que se están implementando para el uso del NFC, es el poder pagar en comercios. Como ejemplo curioso de pago por NFC podemos citar el de VISA y PayPal, que han lanzado un datáfono (como los de toda la vida de tarjeta) con un lector NFC. Para realizar el pago basta con tener cuenta en PayPal y la aplicación específica desarrollada por estas dos empresas. Así pues, podríamos ir a un comercio y pagar nuestra compra con tan sólo pasar el móvil por este datáfono e introduciendo un código PIN, lo que hará que nos carguen el importe de la compra en nuestra cuenta de PayPal.

MasterCard y otros también disponen de desarrollos similares que se sincronizan con Google Wallet o con nuestra cuenta bancaria (siempre y cuando nuestro banco dé soporte), el cual nos permite comprar y pagar en cualquier sitio e incluso comprar refrescos y snacks en máquinas expendedoras o de “vending”.

Por último, el NFC no sólo nos proporciona acceso virtual a través de un control de seguridad o visitantes, sino que también nos facilita acceso físico, es decir, podemos abrir y cerrar puertas. Para esto, se requiere que la puerta de casa o del coche disponga de este chip, para que al tocarlo con un móvil compatible nos abra o cierre la puerta. También se está trabajando en el uso domótico de esta tecnología, gracias a la cual podemos encender/apagar luces, subir/bajar persianas eléctricas o bien pasarlo por un lector en la entrada de la casa y que encienda la TV o el equipo de música.

Estos son los usos más comunes del NFC, por el momento, pero tiene otros usos, como por ejemplo el poder llevar cupones descuento o de fidelización de nuestros comercios favoritos, entradas para eventos (cine, conciertos, etc).

A día de hoy no son muchos los que sacan provecho de esta tecnología, pero poco a poco se va extendiendo y se está dando a conocer con relativa rapidez, por lo que es de prever que en un par de años sea ya de uso habitual, tal como sucedió con el Bluetooth en su momento.

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